Turismo ciudad de Córdoba, Andalucía. España

Cualquier visita a Córdoba tiene que pasar obligatoriamente por su principal Joya, la Mezquita-Catedral, la Mezquita de Córdoba. Custodiada al norte por el hospital del Cardenal Salazar y el Monasterio de la Encarnación, la mezquita se abre al sur al río Guadalquivir. Es el edificio más característico y valioso de la Córdoba monumental, y una gran construcción árabe de carácter religioso.

Construida en varias fases, fue Abderramán I quién ordenó en el año 784 que se levantase una mezquita en el lugar dónde antes se había erigido la ermita visigoda de San Vicente. Este templo llegó a convertirse en la mayor mezquita del mundo islámico de la época. Una de sus peculiaridades es que está orientado al sur en vez de mirar a la meca, como resulta obligatorio en el resto de los edificios árabes.

Abderramán II, sucesor del impulsor, percatándose de que esta edificación se había quedado pequeña para las necesidades de la ciudad, decidió ampliarla con 8 naves transversales, y más tarde se añadieron 12 más. El resultado es un bellísimo conjunto de columnas, con 856 pilares todavía en pie.

Tras la Reconquista, los cristianos construyeron en el interior de la mezquita, y entre sus naves, una catedral bajo el impulso de Carlos V. Esta creación fue recogiendo estilos gótico, renacentista, plateresco, y barroco a través de los años. Junto a los muros laterales se edificaron capillas cristianas, entre las que destacan, la capilla real y la de Villaviciosa. Hoy en día la catedral se haya en medio de un majestuoso bosque de columnas en el que el color, la luz y las sombras juegan un papel fundamental.

Otro punto atractivo es el patio de los naranjos, en la época musulmana en este patio se encontraban palmeras y fuentes para realizar las abluciones. La disposición de hoy, más moderna, los naranjos datan de la época de Isabel la católica ya que al parecer le gustaba la mermelada de naranja. Se pueden observar canales de riego diseñados por los árabes.